Los
hechizos de dominio son trabajos de
hechicería diseñados para tener el control sobre otra persona o ejercer poder
sobre ellos. Un hechizo de dominio absoluto puede ser justificado y ser tanto
moral como éticamente correcto en su propia perspectiva.
Personalmente, tuve
problemas de moral con este tipo de trabajos. Durante mucho tiempo yo evitaba
realizarlos porque violaban el libre albedrío de las personas. Después de casi
veinte años de trabajo mi mente ha cambiado y ahora comprendo que los hechizos de dominio son
una necesidad para los practicantes de hechicería. Seamos realistas, si una
persona es demasiado buena o demasiado amable entonces la gente va a usar y
abusar de ella. Es por esto que es necesario el trabajo de dominio. A
continuación voy a explicar por qué está generalmente justificado
realizar un hechizo
de dominio a un
hombre o mujer.
Sobre los hechizos de dominio
Cuando uno se postula para un trabajo y es contratado, uno espera y tiene
derecho a tener un ambiente de trabajo donde uno puede sentirse cómodo y donde sentirse
aceptado y apreciado por su contribución a la empresa. Desafortunadamente,
muchas personas tienen la experiencia opuesta y se ven obligadas a soportar
ambientes de trabajo horribles y jefes que sin motivo los tratan con desprecio,
y se muestran a favor de sus empleados amigos, quienes no siguen las reglas, no
tienen una buena ética de trabajo, etc. En estas situaciones uno puede
simplemente soportar la negatividad y aceptar la idea de que uno no tiene
futuro en esa empresa, o bien puedes tomar el asunto con tus propias manos y
“arreglar” a tu jefe o compañero de trabajo problemático. Aquí es donde un hechizo de dominio puede
ser de gran ayuda. Esto también sería un ejemplo de un uso justificado y
moralmente correcto de un hechizo de dominación.
Otros ejemplos en los
que uno puede utilizar este tipo de trabajos de brujería es cuando se quiere
dominar a un enemigo, a un esposo infiel o un cónyuge que no te trata bien,
hijos rebeldes, e incluso gerentes que tienen que tratar con los empleados
rebeldes que no siguen las normas y que desafían la autoridad.
También existen usos
injustificados de los hechizos de dominio, que tienden a ser realizados por
personas egocéntricas o fanáticos del control que quieren dominar a todo el
mundo en su vida. Siempre y cuando se evite este tipo de enfoque, el trabajo de
uno puede ser moral, ética, e incluso socialmente aceptable.
Por favor ten en
cuenta al realizar un hechizo de dominio casero que se pueden atraer más moscas
con miel que con vinagre. En pocas palabras, esto significa que puedes esperar
mejores resultados si “los matas con amabilidad” en lugar de elegir dominarlos
con un puño de hierro. Curiosamente, algunas personas también combinan este
tipo de hechizos con trabajos de endulzamiento para tener completo dominio sobre un
hombre o mujer. A continuación veremos una receta casera que puedes probar si
quieres hacer un hechizo
de dominio absoluto fácilmente.
Hechizo de dominio absoluto
Este hechizo sirve para hacer que un hombre venga a ti, te siga y obedezca.
También se puede hacer sobre una mujer.
Necesitarás los
siguientes elementos para este hechizo:
·
Aceite esencial de sándalo o canela
·
Algo del ser amado (puede ser algún fluido corporal,
uñas o cabello)
·
Algo tuyo (lo mismo)
·
Una cuchara de plata
·
Pañuelo de papel
Ve al patio trasero
de tu casa. Mira en la dirección en la que se encuentra tu ser amado. Siéntate
y medita. Luego visualiza a la persona en cuestión volviéndose obediente, dejando
sus caminos errantes, sometiéndose a tu dominio.
1) Cava un hoyo en el
suelo de unos tres centímetros de profundidad.
2) Envuelve los objetos personales (tuyos y de la otra persona) en el papel y sigue visualizando tu dominio. Repite para ti mismo su nombre seguido de “me obedeces“, “me obedeces“, “haces lo que digo.”
3) Pon el papel con los objetos en el hoyo que has hecho. Cubre el agujero y párate sobre él, de espaldas a la dirección en la que tu ser amado se encuentra. Imagina a la persona detrás de ti. Di de nuevo las órdenes anteriores.
4) Asegúrate de dejar tus huellas en el lugar y luego verter el aceite sobre las pisadas. Verte gotas sólo en cantidades impares. Tres gotas, siete, o nueve, pero no cinco.
5) Di su nombre varias veces, y luego di en voz alta con voz de mando, “¿Me entiendes?” “Tú vienes a mí, ahora!” “Ven aquí, haz lo que te digo!” “Quítate de delante de mí, tu vas detrás de mí!” (ponte exigente con él, di lo que le apetezca con una voz autoritaria. Haz que te obedezca. Recuerda que ahora tú tienes el control. Visualízate como su dueña. Él es ahora tu objeto.)
2) Envuelve los objetos personales (tuyos y de la otra persona) en el papel y sigue visualizando tu dominio. Repite para ti mismo su nombre seguido de “me obedeces“, “me obedeces“, “haces lo que digo.”
3) Pon el papel con los objetos en el hoyo que has hecho. Cubre el agujero y párate sobre él, de espaldas a la dirección en la que tu ser amado se encuentra. Imagina a la persona detrás de ti. Di de nuevo las órdenes anteriores.
4) Asegúrate de dejar tus huellas en el lugar y luego verter el aceite sobre las pisadas. Verte gotas sólo en cantidades impares. Tres gotas, siete, o nueve, pero no cinco.
5) Di su nombre varias veces, y luego di en voz alta con voz de mando, “¿Me entiendes?” “Tú vienes a mí, ahora!” “Ven aquí, haz lo que te digo!” “Quítate de delante de mí, tu vas detrás de mí!” (ponte exigente con él, di lo que le apetezca con una voz autoritaria. Haz que te obedezca. Recuerda que ahora tú tienes el control. Visualízate como su dueña. Él es ahora tu objeto.)
Finalmente aléjate de
allí diciendo: “Yo
te domino, yo te domino.”
Aquí concluye esta
receta para un hechizo de dominio absoluto casero.
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